jueves, 15 de abril de 2010

Lemartes, Guardian de los perdidos


Habían sucumbido a la rabia negra. Era mi deber guiarlos al combate. Jamás luché al lado de tan valerosos hombres” --- Capellán Lemartes, Guardián de los perdidos.


Los ángeles sangrientos cargaron contra el grueso de las tropas tiranidas intentando recuperar lo que al parecer eran uno de los artefactos que el propio sanguinus había llevado durante la expansión del imperio. Toda esa información carecía de fiabilidad, pero intentarían recuperar lo que allí hubiese fuese cual fuese el precio, ya que quizás conseguirían librarse de la maldición del capitulo, la rabia negra.


Solo los voluntarios acudieron a esta batalla, este ataque de marines espaciales, dispuestos a morir por una posibilidad mínima. El señor de la muerte había decidido guiar al capitulo y como no, una vez más Astorath el siniestro decidió despertar a Lemartes de su sueño en éxtasis para que liderase a la batalla a la compañía de la muerte, que en esta batalla iba a ser una unidad decisiva para la victoria.


Durante la batalla la compañía de la muerte cargo al frente de todo el ejercito de los ángeles y pese a sufrir una gran cantidad de disparos por parte de la horda tiranida con sus bioarmas, ningún hombre de la compañía de la muerte se digno a caer si no era en combate. Las armas tiranidas si que penetraron la sagrada servoarmadura, pero su voluntad férrea y su rabia era tan grande que ninguno de ellos sintió el dolor de ver su carne atravesada y quemada.

La mente enjambre, envió a uno de los tiranidos más mortíferos conocidos hasta el momento, el Trygon prime. Este descomunal alien, con una altura mayor de 5 hombres y un peso superior a un Land Rider, emergió desde las profundidades de la tierra, detrás de la compañía de la muerte, atacándoles por sorpresa mientras continuaban su avance, implacables, para recuperar el sagrado artefacto.

El ataque del monstruo acabo con la vida de varios de los marines que al fin pudieron descansar después de tantos años de rabia en su interior, pero el Capellan Lemartes y los pocos hombres que quedaban con él, lucharon valientemente contra la bestia. Al encontrarse el capellán entre ellos, la compañía de la muerte pudo coordinar mejor su ataque y mientras el monstruo se entretenía atacando a varios componentes de la compañía, el Capellan Lemartes aprovechó para amputarle, con la ayuda de su crozius arcanum dos de sus horripilantes extremidades. La bestia, con un aullido de dolor centro toda su atención en el capellán, que ahora era la mayor amenaza, y lo atravesó con una de sus afiladas garras.

El Capellán Lemartes, con una garra atravesándole el tórax, una herida que hubiese hecho que cualquier marine espacial cayese en combate, se sobrepuso al dolor y se enfureció aún más. Reunió fuerzas para asestarle un golpe mortal que le rebanó la cabeza al monstruo, el cual aún antes de morir, acabó con la vida de todos sus guiados, ya que su cuerpo sin vida se tambaleaba y luchaba como si su cuerpo siguiese completo.

Solo y herido, el Capellan Lemartes, cargó una vez más contra toda la horda tiranida, donde habían guerreros, tiranos de enjambre y muchos mas aliens apareciendo de todas partes...

2 comentarios:

  1. Que grande Lemartes...
    Si es que... es uno de los duros, duros ^^

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  2. ^^
    aunque eres un vendido que ganaron los tiranidos ¬¬

    :P

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